... Quizá este sí sea un buen momento para escribirlo, aunque no ha sucedido lo que esperaba para poder empezar esta redacción...
Pero en este momento estoy aún más decepcionada, todo en este lugar es repetición, algo ya vivido: la historia, las ideas, las actividades, los aprendizajes, incluso los sentimientos. Todo ya se ha visto, dicho, olido, escuchado y sentido antes por cualquier mujer u hombre, por uno mismo, por todos... Las circunstancias, lo subjetivo y todo lo que estas dos cosas implican hacen que las vivencias parecieran distintas, pero simplemente no es así, y los cambios no se van a dar, porque lo que se cree diferente es más de lo mismo y quien se cree diferente no es más que otro, uno, ese...
Sólo resta explicar que esta es una tonada para quienes se (y nos) creen vivos, me refiero a una creencía porque es algo que responde a una convención social cuyo fin es el de hacer menos insoportable la que bien podría ser la realidad: todos estamos muertos y no hay nada más allá, el último suspiro que demos conscientemente puede ser en realidad el último y el que demuestre que de nada sirvió nuestra existencia (pues no tendría porque haber sido de otra manera).
viernes, 30 de octubre de 2009
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